En los últimos años el modelo hostel ha empezado a cobrar más y más protagonismo, y es que la antigua imagen de albergue o pensión nada tiene que ver con esta nueva concepción. Estos alojamientos de bajo coste han reinventado la idea de pernoctar de manera asequible sin sacrificar la comodidad o el diseño. La generación “Millenial” ha sido la principal responsable de generar esta gran expansión del modelo hostel impulsado por sus ganas de continuar viajando en tiempos de crisis económica y es que estos espacios tienen un gran carácter creativo, bohemio y juvenil.

Cada vez son más los inversores que confían en el modelo hostel o albergue que crece con fuerza en todas las capitales del mundo. Las cifras de rentabilidad son por lo general mayores que en el sector tradicional hotelero.

Por norma general, el nicho de mercado de los hostels es distinto al de los hoteles convencionales, sin embargo, son cada vez más los empresarios hoteleros que valoran la idea de abrir su negocio al mundo hostel. Son muchos los aspectos a tener en cuenta que marcan la diferencia entre la inversión hotelera y la de los hostels.

Gran parte de los hostels carecen de recepción y se guían por un modelo mucho más automatizado en el cual los huéspedes realizan el check in y chek out desde el dispositivo móvil. Esto supone un gran ahorro de personal puesto que basta con cubrir un horario específico y no uno a 24h.

Por otro lado, la inversión en mobiliario y decoración puede ser muy inferior respecto al gasto hotelero ya que estos se rigen por un ambiente más hogareño y cercano que apuesta por el DIY (Do it Yourself).

Evidentemente la rentabilidad es muy distinta en ambos modelos, siendo el hostel el que se sitúa en una rentabilidad del 7 – 7,5 %, superior a los hoteles que se sitúan alrededor del 6%, principal motivo de que los inversores hayan aumentado su confianza en este modelo ayudando a su expansión.

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